No todo en el mundo del interiorismo se puede considerar como minimalista si se tiene una decoración mínima. De hecho, se trata básicamente de tener lo necesario para cada espacio, y muchas veces se encuentra justo en el límite entre verse perfecto o llanamente pobre. Cuando hablamos de minimalismo nos referimos a que el diseño perfecto es aquel que no puedes quitarle nada más.

El blanco es un color esencial, para este tipo de estilo, ya que este matiz también se puede utilizar sobre el blanco y lo cual, esta combinación funciona perfectamente, así como también se puede jugar con el volumen de la diversidad de tonos del blanco, por lo que, la combinación es y quedará perfecta.

Para que un espacio se considere minimalista, es importante saber las claves esenciales que lo identifican, las cuales son: depurar, reducir y simplificar el espacio, es decir dejar los mínimos detalles, los detalles indispensables a veces la mayoría de personas suele acumular elementos innecesarios, lo cual provoca que el ambiente tome una etiqueta de desordenado y poco diseñado. Para que esto no suceda se debe depurar la mayor cantidad de objetos y dejar lo necesario.

Para que este estilo obtenga su funcionalidad principal, se debe incorporar al diseño, elementos que aporten calidez, ya que el estilo minimalista puede provocar un ambiente estéril, y asimismo que se vea un espacio sobrio, un ejemplo claro podría ser la sala de un hospital, puesto que transmite esta sensación por el diseño que conlleva.

Es importante incorporar elementos, los cuales podrían considerarse los detalles en madera, objetos personales, fotografías, etc. Así lograremos que el ambiente se pueda sentir propio representando nuestra personalidad.

Para que el ambiente se considere minimalista, es necesario que en el ambiente se incorporen elementos de forma dosificada, no en cantidades grandes solo porque el objeto tiene un sentido de transparencia podremos incorporar 100 de ellos, la clave está en la simplicidad.

Incorporar colores en la zona a decorar

No solo el color blanco es considerado minimalista, también podemos incorporar el negro, el secreto es mantener una paleta de colores básica y bajo control.

Las texturas también forman parte del estilo

En cuanto a las texturas es importante incorporarlas, ya que estas aportan calidez al hogar y a la personalidad, esto lo podemos obtener mediante alfombras, mantas, cortinas, entre otros. Las telas juegan un papel súper importante, así como también hay materiales que aportan carácter al espacio y entre ellas podemos considerar, la madera, el cemento, el estuco y el cuero, materiales que nos darán un aspecto muy minimalista.

 

La simpleza de las líneas puede destacar muy bien un ambiente para esta tendencia, al momento de incorporar los muebles en tonos neutros, aunque para la decoración se puede considerar el arte como una excepción. Se pueden implementar piezas contrastantes al lugar y crear un impacto visual, esto no quiere decir que ya no sea minimalista al contrario lo único que se logra es crear un punto focal con la simpleza del espacio.